Cuando nacemos ya tenemos una constitución heredada, al igual que somos rubios, morenos, ojos azules o negros. También vamos a tener una espalda más ancha, unas piernas en valgo “ )( “ o varo “ ( ) “, una musculatura más fuerte o más débil, etc…
La herencia genética va a marcar muchas de las lesiones o enfermedades que vamos a padecer a lo largo de nuestra vida.
Pero también va a influir mucho nuestra forma de vida, si somos sedentarios o nos gusta hacer deporte, si nos cuidamos en la comida o todo lo contrario, si nuestro trabajo nos exige mucho físicamente o no, en definitiva que podemos tener unas tendencias pero si somos capaces de contrarrestarlas, la enfermedad o la lesión no llegarán.
Cuidando nuestra comida estamos realizando un 50% de prevención. Nuestro aparato digestivo no se inflamará, ocupando un espacio que no debería invadir, asimilaremos muchos más nutrientes que facilitarán el funcionamiento y la regeneración muscular y articular de nuestro cuerpo.
Todo son ventajas cuidando nuestra alimentación, pero nos falta otro 50%, que son los golpes, caídas, stress, disgustos, miedos, clima, etc… nuestro cuerpo también está acosado por infinidad de tensiones a diario.
El cuerpo es una máquina perfecta y él va a buscar la solución a todos estos problemas, nos hará andar encorvados, nos elevará un hombro, impedirá la extensión completa de una pierna, evitará que rotemos la cabeza del todo, etc…. Muchas soluciones que harán que el dolor se pase, que nos moleste menos el estómago, etc…
Pero por supuesto, que todo esto luego nos pasa factura. Llega un momento en que el cuerpo ya no encuentra la solución y aparecen dolores articulares que se mantienen durante mucho tiempo, artrosis, acidez de estómago, alergias, etc,…
La osteopatía ofrece al terapeuta la oportunidad de sentir que los movimientos articulares y viscerales, empiezan a ser más débiles o con menos amplitud de lo que debían. Todo esto, sin haber aparecido aún ningún síntoma, lesión o enfermedad que nos lo muestre. El osteópata libera tensiones que limitan el moviendo de nuestro cuerpo y nos hace sentir mucho mas sueltos a la hora de realizar todo tipo de movimientos, nuestro estado de ánimo es mucho más alegre y tranquilo, y se vive la vida de una manera totalmente diferente, como si nos quitasen una losa que arrastramos en nuestra espalda o en nuestra mente.
Disfrutar de unas sesiones de osteopatía durante el año, es la mejor inversión que podemos hacer por nuestra salud. Evitaremos dolores, toma de medicamentos y disfrutaremos mucho más nuestro día a día.
No esperes a que llegue el dolor, porque antes ya tienes limitaciones que están impidiendo que disfrutes.
LA SALUD ES “SENTIR” QUE ESTÁS BIEN
Sin duda alguna totalmente recomendable la osteopatia, ¡cómo no lo habia descubierto antes!
Tipicos comentarios como «es cuestion de fe, ha que creer»… No tienen nada de cierto. Una vez que acudi al osteopata me ayudo a ser consciente de mi inconsciente. Magnifico!
Por lo general, cuando somos pequeños no nos enseñan a hablar, exteriorizar y a gestionar las emociones, por lo que estas se quedan ahi y al final terminan saliendo de mala manera… Asi que, a la gente que duda en acudir o no, yo les animo por su propio bien! Y si ademas cambias la alimentaciom y aprendes lo que tu cuerpo necesita para estar bien, aun mejor.
Idoia, Itziar, Mitxel, Fran… Gente muy amable, todos y todas. Eskerrik asko.