Me sorprendo cada día explicando nuevamente a algún cliente como funciona el cuerpo y la influencia de las comidas en él. Tanto nuestro nutricionista, Fran Goicoa, como yo, solemos comentar lo irracional del asunto, ambos comenzamos en este mundo hace 20 años, y desde el primer día sabemos que hay que comer todo integral, que la leche de vaca da problemas, etc… pero cada vez que explicamos todo esto a alguien que lleva años con problemas de estómago, que incluso no puede comer muchas cosas que son consideradas como sanas, se quedan asombrados e incluso son reacios a hacer cambios.
Ahora, después de las navidades e incluso ya, con una mirada en el verano, la gente se anima a hacer dietas y nosotros volvemos a quedarnos asombrados. Vuelven a mal comer durante un tiempo para perder unos kilos y verse más delgad@s. Cuando consideran que ya han perdido los kilos suficientes vuelven a su comida normal.
Todo esto no tendría ninguna importancia si las caras de esas personas mostrasen salud, pero resulta que suele ser todo lo contrario, rápidamente se lanzan a la compra de vitaminas y minerales por que están débiles. Se enferman, pero la culpa no es de ell@s sino del tiempo, etc.. y si este proceso se repite varios años resulta que ya no adelgazan si no que cada vez engordan más y luego empiezan con problemas de tiroides pero nuevamente ell@s no tienen nada que ver, si no que la culpa es de esa «mala glándula» que es una vaga.
Nosotros no aconsejamos hacer dietas pero si aprender a comer, no para dos meses sino para toda la vida. Solo en casos extremos, por ejemplo un cancer, hay que hacer una comida mucho más estricta que tendrá un momento de inicio y un final. Pero la base siempre tiene que ser una alimentación que puedas mantener en el tiempo.
En nuestro caso usamos la macrobiótica como modelo de alimentación y disfrutamos tanto alimentandonos así, como guiando a nuestros clientes en su iniciación a ella.
Yo no se si la cara es el reflejo del alma pero lo que si tengo claro que es el reflejo de lo que comemos.
Michel Vicente
Hola. Yo acudí a silan porque con 25 años ya tenía problemas de estomago y digestiones. Primero con michel, para que indagara un poco en que era lo que fallaba, y luego con fran. Había gran cantidad de alimentos que mi cuerpo no toleraba y mi estomago no digería bien. Gracias a la dieta, muy cómoda, y completísima que me puso fran empece a notar mucha mejoría en todos los sentidos, y me ha ayudado a combinar los alimentos y a llevar una alimentacion sana, equilibrada y muy completa. Este es mi caso, y lo recomiendo a todo el mundo.